Arco de violín, de una vara de olivo




Llevaba un tiempo acariciando la idea de hacerme, por mí mismo, un arco de violín, desde la madera natural hasta su forma final.

Sopesé las posibilidades tenía y, tras la consabida información en la web y teniendo una vara de olivo del suficiente largo y grueso, de una poda del año anterior, empecé a "meterle mano".

La dividí por la mitad y, a hacha y cepillo, le dí su forma general, un poco en basto



Terminé de rasear y afinar la vara, le di la curvatura precisa y le tallé la punta, poniéndole su refuerzo de una pieza de hueso.
La teñí y la barnicé con goma-laca, dándole un suave bruñido.
Me gustó cómo iba quedando.




Luego le hice el hueco para el tornillo y la nuez del talón.
(accesorios que compré por ver muy complejo fabricarlos yo mismo, al menos esta vez)

 

A continuación, empecé a ponerle las crines de la encerdadura en el talón y la punta.


  

Tras los complementos y ajustes necesarios, con el cuero del entorchado (aún pendiente de su hilo de plata), flambeando las cerdas, etc., lo dí por, más que terminado, utilizable.


Comentaros que lo he probado y funciona entre suficiente y bien, aunque es bien cierto que el olivo, pese a su consistencia y rigidez una vez bien secado, le falta un punto de tensión.

Estoy contento de mi primer arco de violín.
Eso sí, para siguientes exploraré otras maderas, siempre de especies autóctonas, que puedan ser más adecuadas. Quizá el enebro o el boj... Ya veremos.

Os animo a suscribiros para ser avisados cuando suba nuevas entradas y a compartir la url del blog a quien pueda interesar. Gracias por vuestra visita.






Comentarios

Entradas populares